Pocas cosas son más placenteras que viajar. Y pocas otras generan tanta bronca y angustia como que tu valija no llegue completa. Entonces lo que comenzaba o terminaba como algo lindo, de pronto se tiñe de un híbrido de sensaciones desagradebles. Si te robaron objetos de la valija en el aeropuerto esto es lo que tenés que hacer antes de retirarte, en caso que tu equipaje llegue a la cinta con faltantes o roturas.
Antes que nada, vamos a aclarar dos cosas. La primera es contarles que mis recurrentes viajes a la ciudad cordobesa durante estos dos últimos años, no fueron por placer ni negocios, sino para rendir exámenes finales de la Tecnicatura de Comunicación y Turismo, carrera de modalidad a distancia de la que acabo de finalizar mi cursada. Y la segunda que no fue un robo per se, sino un hurto. Pero en nuestra jerga es más conocido el primer término que el segundo, por eso hago uso del mismo.
Y entonces así comienza el relato del periplo de mi último viaje a Córdoba. En primer lugar, la empresa por la que viajé en esta oportunidad fue Norwegian; el motivo de mi elección siempre suele ser si encuentro una oferta que coincida con las fechas de finales de mi calendario académico. Llegué a Aeroparque con mi mini valija de cabina (juro que es pequeñísima) y mi mochila. Tenía todo preparado y dispuesto para poder viajar con ella sin ningún tipo de inconveniente,tal como lo aclaro aquí en el último punto.
El problema fue que quien me atendió en el counter me obligó a despachar mi valija y sacar las cosas que no podían despacharse, como equipos electrónicos. Y yo para no hacer berrinche -teniendo en cuenta que voy un poco tensionada por la situación de ir a rendir exámenes- no me opuse. Caminé 10 pasos y me di cuenta que no había retirado mi llaverito de remove before flight, algunos objetos que tenía en un bolsillo sin candado y unos apuntes que quería repasar.
La peor parte fue que estaba segura que me iban a sustraer lo que estaba al alcance de la mano: llámenlo intuición femenina… o mejor dicho: intuición argentina. Regresé para comentarles lo ocurrido, y me dijeron que no se podía recuperar una vez despachada. Quien me atendió, me insinuó en un tono sarcástico: -quédate tranquila que tenemos nuestro propio personal de rampa…
Cuando llegué al Aeropuerto Internacional Ingeniero Ambrosio Taravella y salió mi valijita por la cinta adivinen si llegó completa o no (sonidos redoblantes de tambor). Por supuesto que no; ahí colapsé de los nervios, bronca e impotencia. Entonces estos fueron los pasos para hacer el reclamo:
- acercarse al mostrador de la aerolínea (en mi caso fue Norwegian) y dejar asentado el reclamo y cuáles fueron los objetos faltantes. En mi caso fue un cargador de celular, un tapaojos y el llaverito en cuestión.
- Este correo me lo enviaron una vez asentado el reclamo, paso seguido dirigirse hacia la oficina de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para radicar la denuncia. No quiero decir mucho acerca de cómo me trataron porque básicamente no tengo nada bueno para decir.
Una vez realizados estos dos reclamos pude ya egresar del aeropuerto. Moraleja: nunca más despachar una valija que no esté preparada para tal fin, salvaguardad con condados y/o fundas y que tenga objetos que estén al alcance de amigos de lo ajeno. Me comí un tremendo problema por culpa de las «manos mágicas» de los despachantes. Y lo peor fue que en medio de la crisis me subió la presión y tuve que pasar por la enfermería.
Una vez ya de regreso en Buenos Aires -más tranquila, serena y con los exámenes rendidos- tuve que ingresar a la web de Norwegian para hacer el reclamo formal y dejar asentados mis datos, siendo los más destacables el número de cuenta bancaria y el monto aproximado de las pertenencias que me habían sustraído. Aclaración: no pondré el detalle de los datos que completé en el formulario, dado que la web de Norwegian en breve no estará más activa, debido a su adquisición por parte de JetSmart.
Una vez completado el formulario, al día siguiente Norwegian me envió un correo, avisándome que ya habían recibido mi reclamo, con su respectivo número de incidente. Me habían aclarado, que tenían aproximandamente dos semanas para darme una respuesta acerca de cómo se resolvía el caso. Así que no quedó otra cosa que esperar la resolución.
Y así las cosas, esto ha sido todo por ahora. En mi próximo post contaré el desenlace y analizaré un poco cuál de todos los actores involucrados (porque aún faltan bastantes) fue el más pillo en todo este embrollo… por decir un eufemismo. Nos vemos en parte 2.